El tiempo amarillo. Memorias 1921 - 1997
Una vez concluida, antes de lo previsto,la desastrosa temporada, Nicolás Navarro y María Basso decidieron, para recuperar algo de dinero, hacer unos bolos en Toledo. Como yo intervenía muy poco en una de las comedias que llevaban, y en la otra algo menos, me pidieron que desempeñara también la función de regidor. Mis años de práctica como actor profesional y las representaciones de aficionados en que había intervenido - y dirigido algunas- me llevaron a aceptar la oferta sin saber en lo que me metía-
Ni un de los actores salió a escena a su debido tiempo; los que tenían que llevar algo en las manos, o no lo tenían o llevaban algo disparatado; uno de los actores, cuando vio que en vez de un conejo yo le entregaba en el momento de salir, un jamón pintado en un papel y recortado, lo tiró al suelo y salió a escena sin nada. Dijo que el conejo lo había dejado en el recibidor. Desde entonces tengo un gran respeto al oficio de regidor teatral, que se llamaba también segundo apunte y traspunte, y en otros países director de escena. Se llame como se llame, de él depende la marcha del espectáculo y es un oficio dificilísimo, al menos para mí.
Fernando Fernán Gómez
El tiempo amarillo Memorias 1921-1997